dilluns, 24 de setembre del 2007

redacción

Redacción

Un día por la noche, estábamos todos los amigos sentados en un banco, charlando y bebiendo. Empezamos a contar chistes e historietas de miedo, cuando había pasado unos 15 minutos nos callamos un momento, salió un vecino quejándose que hacíamos mucho ruido, nos quedamos muy parados y en ese instante el silencio de la noche se rompió con un seco disparo. No sabíamos de donde venia, podía ser de una escopeta o algo similar, todos nos fuimos corriendo hacia el portal de un amigo, cuando había pasado unos minutos salimos, todo estaba en silencio, de repente oímos otro disparo, volvimos a entrar al portal, nos pareció que los disparos venían del piso de arriba, subimos al piso, la puerta estaba abierta, en el recibidor había un espejo que ponía: ¡eres hombre muerto! Al final del pasillo había un señor en el suelo, corrimos hacia él, repente oímos otro disparo y la puerta se cerró. Todos nos quedamos en rodete, no sabíamos que hacer, en la escalera se oía mucho ruido, de repente se volvió abrir la puerta, nos metimos a correr escalera abajo, al salir a la calle nos encontramos a los mossos de esquadra, un señor enmanillado y una escopeta de caza. La policía nos contó que el señor que encontramos en el suelo era un traficante y el que lo mató era un drogadicto que quería materia, les había avisado una vecina al vernos subir, habíamos tenido mucha suerte, ninguno de nosotros había resultado herido.